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Archive for junio 2010

Gestión estratégica de diseño

Existen dos tipos de diseñadores, los diseñadores rasos y los diseñadores estrategas y hay mucha diferencia entre ellos; los primeros son personas que cumplen tareas específicas de diseño, que poseen respuesta reactiva al encargo, realizan propuestas llanas; su trabajo está fundamentado en la improvisación y no poseen objetivos a mediano y largo plazo, son inflexibles y sin aspiraciones claras. Mientras que el diseñador estratega, es decir aquel que comprende la gestión estratégica del diseño es ese que puede cumplir variedad de tareas, que posee una visión multidisciplinaria del diseño y de los proyectos, que es proactivo y propositivo siempre ante cada uno de los desafíos, se marca una visión y objetivos a largo plazo, posee un perfil adaptable ante cada situación y se reinventa constantemente.

Entrando un poco más a profundidad, el diseñador estratega es entonces  aquel que establece un análisis de la información y que tiene la capacidad de visualizar los posibles escenarios de una manera global, que hace uso de herramientas de análisis de posibilidades y cambio de diferentes enfoques para la posible solución de un problema o desarrollo de un proyecto, así mismo tiene la capacidad de reestructurar los modelos preestablecidos y traza desafíos que permitan la innovación en todo momento; a diferencia del modelo de pensamiento lineal en donde las decisiones se toman a partir de un encadenamiento lineal de factores, muchas veces siendo este el modelo de pensamiento que poseen los diseñadores rasos.

Teniendo en cuenta estas diferencias, entonces nos encontramos así, con el hecho que hay que redefinir el rol del diseñador, entendiendo que muchas veces en el medio el diseñador es visto más como un operador de diseño y como el último en la cadena de producción y desarrollo de un producto, ajeno a los otros actores y factores que intervienen en la cadena; sino que el diseñador debe ser un gestor estratégico de diseño, el cual debe proveer una dinámica interactiva entre los diferentes aspectos metodológicos, tecnológicos y de innovación en los proyectos, convirtiéndose de esta forma en el eje central de desarrollo e innovación.

De acuerdo con lo anterior, comprendemos entonces que la gestión estratégica de diseño es una forma de pensar, es una forma de ver los proyectos de forma ampliada, integradora e interactiva; es decir, la GED es un ente integrador, que debe propiciar el análisis crítico de los diferentes problemas en diferentes ámbitos y contextos que en el diseño en sí mismo. Esta forma de pensamiento debe estar acorde al nuevo contexto mundial, globalizado y en cambio constante; debe tener una visión interdisciplinaria e integrador que debe propiciar la interaccion del diseñador con los otros actores y factores de cada uno de los proyectos, que propone valores, sentido, personalidad y profundidad a las diferentes propuestas y modelos construidos, dándoles un concepto sólido; que anticipa los factores de riesgo, problemas, necesidades, tendencias y comportamientos de cada proyecto en diferentes escenarios posibles o que finalmente constituye al diseñador como un experto en el desarrollo de estrategias para el desarrollo de productos innovadores.

Entonces, el diseñador que no es un gestor estratégico de diseño, es así,  un ente entonces sin visión inter y multidisciplinaria que se encuentra enfrascado en los modelos antiguos y en parte obsoletos de gestión; que no se anticipa a diferentes posibles escenarios y respuestas, que no le da un valor y un sentido profundo y con personalidad a los productos, que carece de verdadera innovación, que improvisa y no analiza, no traza objetivos a mediano y largo plazo, que brinda respuestas que no son flexibles y finalmente que no está en constante reinvención.